Alumbrado Público
Por alguna razón inexplicable, se me habia olvidado poner aqui esta columna que salió publicada el 19 de julio en La Nación. Esta seria la número 8 (por ponerle un número):
En mi primera columna en este diario delinee cuatro temas que creo que son nuestra responsabilidad para convertir a Chile en un líder tecnológico antes del 2010: computadores accesibles, código abierto, información libre e Internet público. Esta mañana aprendí algo que me hizo muy feliz: Puerto Montt planea ser la primera "ciudad inalámbrica" de Chile, regalando Internet inalámbrico público ("iluminando") a todos sus habitantes. En esa misma primera columna puse un ejemplo que creo resume muy bien la idea de Internet público. En casi todas las ciudades hay un sistema de alumbrado público que ilumina todas las calles gratuitamente para que sus habitantes se puedan mover tranquilos y seguros durante la noche. La cuenta de ese sistema de alumbrado público no nos llega directamente todos los meses, sino que la paga la municipalidad, que a su vez está financiada (directa e indirectamente) por nosotros mismos vía impuestos y pagos diversos. La proveedora de electricidad no reclama que haya alumbrado público porque eso le disminuye la cantidad de clientes que necesiten luz, por el contrario, tiene un (gran) cliente nuevo: el municipio. Al propio municipio le conviene que exista el alumbrado público, porque así mejora la calidad de vida de los habitantes, aumentando el valor de los sectores iluminados y enriqueciendo a todo el municipio.
Siempre he debatido que así como existe alumbrado público gratuito (sin pago directo por parte de los ciudadanos), debería existir Internet público gratuito. De preferencia, inalámbrico (la única manera real de ofrecer algo así).
Puerto Montt me subió el ánimo al darme cuenta que no todos en Chile están durmiendo. Que efectivamente algunos municipios no sólo estaban considerando la opción de "iluminar" (digitalmente) su ciudad, sino que ya están instalando las antenas. En este caso, prometen tener a todo el centro de la ciudad iluminado antes de fin de año.
Las empresas proveedoras de banda ancha no están reclamando, ni lo harán. En vez de quitarles clientes, se les está sumando un gran cliente que va a ir "alfabetizando" digitalmente a sus habitantes, al nivel que un día la conexión gratuita de 256 Kbps que entregará el municipio no será suficiente, convirtiéndolos en potenciales futuros clientes de las proveedoras de banda ancha. Por otra parte, las personas que nunca han podido tener banda ancha, podrán acceder a ella, y las que no tienen computadores tendrán telecentros desde donde acceder al servicio.
Un aplauso para Puerto Montt, y deseos sinceros para que el resto de las municipalidades de Chile copien la iniciativa lo antes posible.