Debido a mi trabajo me toca viajar bastante y con eso he podido probar lo bueno, lo malo y lo feo de conectarme a internet desde casi cualquier vehículo en movimiento.
La primera vez que me conecté a internet de forma inalámbrica fue el año 1999 con un Nokia 6120. Olvida el Bluetooth y el 3G, en esa época tenías que alinear el puerto infrarrojo de tu celular con el puerto infrarrojo de tu computador portátil, cruzar los dedos, rezar a San Expedito y esperar que esta tecnología de punta hiciera su magia. Cosas como la luz del Sol brillando sobre el puerto infrarrojo, era suficiente para que no pudieras escuchar el “oh-ouh” de ICQ. Pero era una muestra de lo que se venía: Poder conectarte a internet en cualquier momento y en cualquier parte.
En estos 12 años todo ha cambiado. Desde la cobertura de la señal celular, hasta velocidades inalámbricas de verdadera banda ancha, pasando por todo tipo de artefactos y tecnologías que te permiten conectarte con un solo click.
Radio por internet en el auto es una posibilidad real hace tiempo, aunque los fabricantes de autos aún no se den cuenta.
Debido a mi trabajo me toca viajar bastante y con eso he podido probar conectarme a internet desde casi cualquier vehículo en movimiento. El primer lugar fue arriba de un auto (obviamente como pasajero), navegando desde el celular o usando el celular como modem conectado via Bluetooth al computador. Mi primera reacción fue preguntarle al conductor a que velocidad íbamos y sorprenderme al escuchar que a 127 Km/h estaba navegando por internet sin problemas. Muy atrás había quedado 1999. Hace unos años estaba volviendo desde la playa el día de las elecciones presidenciales y le pedí a un pasajero del auto que se conectara desde mi celular a la señal en vivo de un canal de televisión para escuchar el recuento de los votos. Sin problemas y en segundos el celular estaba transmitiendo el video en vivo, viajando a toda velocidad por la autopista.
El experimento que más alegría me produjo fue un viaje por la autopista en que quise ver que tan lejos podía viajar escuchando música por internet en el auto. Usando Grooveshark en el celular, me puse a reproducir mi lista de canciones y para mi grata sorpresa pude viajar más de 150 kilómetros hacia el sur de Chile sin perder un solo acorde. Radio por internet en el auto es una posibilidad real hace tiempo, aunque los fabricantes de autos aún no se den cuenta.
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