El desastre de los números de teléfono en Chile
Después de un dilatado y rebuscado proceso, Chile finalmente estandarizó los números de teléfono a nivel nacional. Pero debido a una mala planificación y peor comunicación ha dejado una resaca de confusión.
Desde febrero de 2016 todos los números de teléfono en Chile tienen por primera vez la misma cantidad de dígitos al igualarse en 9. Combinaciones de números que finalmente tratan por igual todos los tipos de teléfonos en todo el territorio nacional. Algo que en algunas partes del planeta se hizo a mediados del siglo pasado (1947 en EEUU y Canadá), en Chile acaba de suceder.
El cambio a 9 dígitos no es trivial. Permite que haya 1.000 millones de combinaciones de números distintos. Un aumento exponencial de los 8 millones de individuos que tenía como tope los 7 dígitos que originalmente tenían la telefonía móvil o las 800 mil combinaciones posibles para ciudades con números de 6 dígitos — y que ya habían superado esa cantidad de habitantes.
En 1947 se adoptó en Norteamérica (EEUU, Canadá y varios países de Centroamérica y el Caribe) el formato +1 (234) 567 8900 permitiendo potencialmente 10.000 millones de combinaciones, garantizado amplía vida a ese estándar. En 1947. Hace 70 años.
Es un cambio muy importante que comenzó hace más de una década por la Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile (Subtel) — el organismo regulador responsable de las definiciones de telecomunicaciones. Pero incluso teniendo más de una década de plazo no fueron capaces de lanzar y comunicar de forma correcta este nuevo estándar telefónico.
Nadie usa los 9 dígitos
Hasta el día de hoy hay personas que no entienden cuantos números deben restarle o sumarle — porque en algunos casos hay que agregar o quitar uno o dos dígitos — y la mayoría de las plataformas digitales exigen estructurar el número en alguno de los distintos formatos que existieron durante todo el proceso de transición (prácticamente ninguno pide la secuencia de 9 dígitos que es oficial hace un año).
Conozco incluso casos de personas que simplemente prefieren llamar sólo de un celular a otro celular, gracias a la estandarización universal fomentada por WhatsApp de usar números internacionales (usar los números comenzando con “+” son el mayor regalo de WhatsApp al mundo).
En Chile todos escriben, dictan, solicitan o publican los números de teléfono en una amplia variedad de formas distintas, demostrando la confusión que aún hay por esta “Nueva Forma de Marcar” — como bautizó la Subtel este cambio. Nadie usa los 9 dígitos.
Propuesta, no protesta
Sin dilatar más, creo que lo que debe hacer la Subtel finalmente es comunicar de forma visualmente sencilla que todos los teléfonos de Chile se estructuran de una sola forma:
(+56) 123 456 789
Tres grupos de tres números. Todo lo que viene después del “+56”.
(El código de país “+56” para Chile es opcional, sólo utilizable en celulares o servicios IP como Skype.)
Ya no tienen que usar el formato ‘123 4567’ ó ‘123 456’, tampoco ‘(01) 234 5678’ o mucho menos ‘1234 5678’. Si hoy miras una publicidad en el diario, un folleto en la calle o una página web, todavía vas a encontrar múltiples formas distintas de escribir un número de teléfono.
Lo que es peor aún, la propia Subtel en su comunicación oficial usa múltiples formas de escribir el número sin entender que es su responsabilidad lograr la adopción de una estandarización nacional.
En una misma comunicación mezcla ‘9 12 34 56 78’ junto a ‘1 23 45 67 8’ y ‘12 + 345 67 89’ como formas de presentar números de teléfono.
Ni hablar de la inexistencia de “Más Información” en la versión móvil de www.nuevaformademarcar.cl, que promociona este folleto digital. La misma Subtel anuncia que un 74% de todas las conexiones a internet en Chile son móviles y el sitio móvil no es prioridad.
Sumen a eso que durante los últimos años fueron aplicando estos cambios en distintas fases, en diferentes partes del país, con comunicaciones igualmente confusas. Incluso en algunos casos sumando y quitando dígitos a una misma numeración de un año a otro.
Esto no sólo ha causado confusión en la sociedad civil y el mundo privado, si no incluso al interior del propio Estado.
Organismos de gobierno como el «Servicio de Impuestos Internos», el «Registro Civil», la «Tesorería de la República» y un sinnumero de servicios digitales que debemos utilizar los ciudadanos solicitan estructurar los números de teléfono de varias formas diferentes.
Algunos piden sólo 7 dígitos y no 9, otros siguen usando el “0” al comienzo o dividen los celulares en 07, 08 y 09 — dos cosas que ya no aplican.
En un principio pensábamos que sería cuestión de tiempo, no habían podido prepararse bien y ya vendría un esfuerzo comunicacional (interno y externo), para estandarizar la forma de estructurar los números de teléfono en Chile.
Pero ha pasado un año y la confusión sigue. La mayoría no cumple con la “Nueva Forma de Marcar” que indica la Subtel… ni la propia Subtel.
En la portada de su propia página web presentan números usando formatos distintos como ‘800 13 13 13’ y ‘+56 2 25 88 80 00’ — cuando debería usar un sólo estándar:
800 131 313
225 888 000
(De paso estandarizando que los números 800 y los de emergencia funcionen con el código de país +56 para que todo sea interoperable. Aunque es frustrante que los números 600 mantengan sus 10 dígitos.)
El Encargado de Prensa y Comunicaciones de Subtel debe presentar su renuncia haciéndose cargo de su incompetencia, y darse cuenta de la tremenda responsabilidad que tienen en la definición, difusión y adopción de los estándares de telecomunicaciones que usamos en Chile.
Mucho más que llamadas por teléfono
Más de uno pensará que no hace sentido frustrarse por la “Nueva Forma de Marcar”, cuando quizás lo que menos hacemos en nuestros teléfonos es precisamente eso — “marcar”.
Pero la verdad es que el número de teléfono es algo que no solamente marcamos. Es nuestra cuenta de WhatsApp o Telegram, es la forma que verificamos identidad, es nuestra “dirección” más individual, precisa y directa. Es casi tan importante como nuestro RUT (el número identificador que usamos los ciudadanos y residentes en Chile).
Es especialmente importante ahora que la eliminación de la Larga Distancia Nacional y la Portabilidad Numérica Completa van borrando las diferencias entre un número fijo y uno móvil.
Si la Subtel no es capaz de lograr que dentro de la propia organización usen una sola forma de representar los números de teléfono, no quiero ni pensar cómo están resolviendo desafíos más complejos y urgentes.
(Tomando la forma en que están abordando la “televisión digital” como una indicación, las expectativas no son muy positivas. Un ejemplo más de la necesidad que sea una subsecretaría técnica y no política, independiente del gobierno de turno.)
Partamos nosotros, los ciudadanos, por representar siempre los números como 9 dígitos:
(+56) 123 456 789
Porque ese es el estándar. Sin ceros, sin paréntesis, sin guiones. Puede ser con +56 al comienzo, pero siempre al menos los 9 dígitos.
Si la Subtel no es capaz cumplir su labor de comunicar correctamente, hagámoslo nosotros mismos.