Por un tornillo

Por un tornillo

Este verano se me soltó el tornillo de mis lentes favoritos (cortesía de mi querido amigo Victor). Así que hace un par de semanas recorrí 5 ópticas, la mayoría de ellas grandes cadenas llenas de personas de delantal blanco, y me sorprendió que ninguna tenía un tornillo.

“¿No tiene una pequeña cajita con tornillos sueltos?” les preguntaba. “Nada,” me respondían todos, “hay que mandarlos al taller y se demoran 15 a 20 días en mandar el presupuesto”. Algunos luego me ofrecían lentes nuevos en promoción o que buscara “ópticas artesanales” (me gustó esa definición).

¿Cómo puede ser que las tiendas estén sólo preparadas para vender cosas nuevas y no ayudar a repararlas? Así como algunas tiendas ofrecen agua, wifi o baño de cortesía, debería ser cortesía común tener el mínimo de repuestos para que sus productos duren todo lo que puedan.

En internet y por menos de $10 dólares encontré un kit para arreglar anteojos con más repuestos de los que mi familia y yo vamos a necesitar en todas nuestras vidas — así que si vives en Frutillar o alrededores y te falta un tornillo, mándame un DM. A reparar se ha dicho. #DerechoaReparar #RightToRepair